Colnago, la historia del legendario trébol italiano

Publicado el 27 septiembre 2022

Creada en 1954 por un genio artesano y emblema de la belleza de la bicicleta transalpina, junto con Bianchi y Pinarello, Colnago es la marca italiana de bicicletas de clase,  rendimiento y acabado de alta gama italianos; en una palabra, de bici en alta costura. Conocida, en primer lugar, por la fabricación de cuadros de acero  diseñados para las carreras. La empresa, Colnago es conocida en la actualidad, por su creatividad, tanto artística (los cuadros se pintan a mano con aerógrafo) como técnica, con materiales innovadores y tecnología punta.

Compartiendo el sentido del detalle y el amor por la mecánica fina con su compatriota Enzo Ferrari, con quien colaboró desde mediados de los 80. Ernesto Colnago fue el primero con su mítico C40, en promover el uso del carbono, no sólo en el asfalto del Sur, sino también en los adoquines del Norte, con el éxito que conocemos. Un inventor incansable, un técnico visionario y, por cierto, un veterano del ciclismo. Se codeó con todos los campeones que este deporte vio nacer en la posguerra, desde Coppi y Magni hasta Pogačar, Merckx y Saronni.

Natural de la provincia de Milán, el Maestro de Cambiago celebró este año su 90 cumpleaños. La bicicleta  "aero", de fibra de carbono, cuadro compacto, horquilla recta, monocasco, frenos de disco... El hombre que inventó casi todo sobre bicicleta de carreras modernas empezó de la nada. Una mirada retrospectiva a la extraordinaria carrera de un pequeño italiano que se convirtió en un mito absoluto.

Ernesto Colnago en su despacho - Foto: Topvelo.com

Colnago, un mecánico precoz

1954... El final de la guerra de Indochina, el comienzo de la guerra de Argelia, el nacimiento de Elvis Presley en Memphis, el nacimiento de François Hollande en Rouen... Pero también fue en ese año cuando, después de trabajar como soldador en la fábrica de bicicletas Gloria de Milán, el joven Ernesto Colnago, hijo de agricultores lombardos, abrió su propio taller de bicicletas en su casa de Cambiago. Con su experiencia en el campo y en la carretera (participó con éxito en algunas carreras locales), Ernesto aún no había cumplido los 20 años y sabía lo que debía ser una buena bicicleta. bici En pocos meses atrajo a una clientela de corredores transalpinos, pero fue el encuentro, casi accidental, del "tercer hombre" del ciclismo italiano, Fiorenzo Magni, adversario de Fausto Coppi y Gino Bartali, el que lo cambió todo. Ernesto hizo un bicicleta  a su manera: más compacta, más ligera, más recta. Magni quedó asombrado por su rendimiento. lo difundió a su alrededor. Ernesto se convirtió  a partir de ese momento en Colnago.

Colnago, un fabricante de cuadros insuperable

Después de trabajar con Magni y su equipo (Nivea) como ayudante de mecánico, sobre todo, en el Giro de Italia, que ganó en 1955, Colnago se convirtió en jefe de mecánicos del prestigioso equipo Molteni. Trabajó para Gianni Motta y Michele Dancelli, diseñó y montó las bicicletas, redefinió la geometría de los cuadros y trabajó en el peso, la integración y el rendimiento. Adelantado a su tiempo, siguió cosechando victorias: grandes vueltas, clásicas, títulos olímpicos. A finales de la década de 1960, Colnago era considerado como uno de los mejores creadores de cuadros de acero del mundo.

Récord mundial en Ciudad de México

El comienzo de la década de 1970, marcó el inició de una nueva colaboración, y no menos importante, tras el desmantelamiento de Faema, el gran Eddy Merckx, a quien ya había suministrado ruedas a medida en 1967, (lo que le permitió ganar la Milán-San Remo), se unió a Molteni en 1971. y Ernesto Colnago se convirtió nada menos que en el fabricante habitual de bicicletas de Eddy Merckx, ¡hasta 20 al año! Entre otros logros, Colnago construyó la  bicicleta de pista para el récord de la hora Caníbal" (49,431 km), establecido el 25 de octubre de 1972, en Ciudad de México - acero especial y cadena hecha a mano, con un peso total de... ¡5.750 kg! Durante la era del acero, Colnago era sinónimo de ligereza, clase e innovación. Sus bicicletas eran bonitas, ligeras, compactas e incluso vanguardistas. La competencia se empeña en intentar imitarlo, pero va por detrás. Bloc de notas y bolígrafo en mano, el "Maestro" sigue soñando.

El Maestro lo asimila todo

Los primeros años de la década de los 80 se crearon máquinas tan míticas como legendarias: la Arabesque, pero, sobre todo, la Master creada como sustitución de la México, con sus tubos Columbus en forma de estrella. En 1982, Colnago se suma al proyecto de la familia Del Tongo para crear su propio equipo, y en poco tiempo, Giuseppe Saronni se proclamó campeón del mundo con sus nuevos colores, y al año siguiente ganó el Giro. Durante casi 20 años (Master Più, Master Olympic, Master Light, etc.), la Master cosechó cientos de éxitos en el circuito profesional. Incluso hoy en día, pocas bicicletas pueden presumir de un palmarés semejante.
Colnago Saronni WC - Foto: colnago.com

Colnago x Ferrari

En 1986, Enzo Ferrari  le pidió a Ernesto Colnago que colaborara en la creación de una bicicleta revolucionaria, inspirada en las tecnologías de la Fórmula 1 "Sólo quiero cosas bonitas", le advierte, "que estén a la altura de Ferrari". Fue el comienzo de una larga amistad y una fructífera colaboración: celebrando 35 aniversario de la "marca del trébol" (el logotipo de la marca es un trébol con rayas arco iris de campeones del mundo), el Colnago C35 es fue la primera bicicleta totalmente de carbono, horquilla incluida, que salió al mercado (1989). Por primera vez, la horquilla es recta, no curva, ya que el equipo ha demostrado que la primera es más eficiente y fácil de fabricar que la segunda. Nunca antes se había visto algo semejante.

Golpe de calor en la París-Roubaix

Heredera directa de la C35 y precursora de la actual C68, la Colnago C40 estableció definitivamente la supremacía del carbono, demostrando que con él se pueden fabricar bicicletas capaces de resistir cualquier terreno. El prototipo, maquillado para que pareciera un cuadro de aluminio, permite Tony Rominger ganar la Vuelta a España de 1993. El 9 de abril de 1995, la apuesta fue más atrevida, ninguna bicicleta de carbono se había arriesgado en París-Roubaix. Así que la noche antes de la carrera, la primera noche que el Mapei se alínea en C40, Colnago durmió mal. Pero, además, recibió una llamada de su jefe, Giorgio Squinzi, tan escéptico como la mayoría de los especialistas y comentaristas. "Ernesto, ¿estás seguro de que estás haciendo lo correcto? ¿No hay riesgo de que se rompa el chasis?" La carrera podría haberse convertido en un fracaso y haber señalado el fin del mito Colnago, ya amenazado por las crecientes multinacionales anglosajonas, pero resultó ser un éxito rotundo: Franco Ballerini ganó tras una escapada en solitario de 30 km. Ernesto se mostró modestamente triunfante: "Estaba seguro de que mis decisiones técnicas eran correctas [...]. Sólo tenía que creer en ello. Creí en ello. Ahora todos se pondrán manos a la obra...". El C40 triunfó 4 veces en las 5 ediciones siguientes de la Reina de las Clásicas , incluido un tal "León de Flandes", Johan Museeuw. En su museo personal, Ernesto Colnago aún exhibe el modelo ganador de 1998, montado por el mismo difunto Ballerini. Conservado "en su estado original", el cuadro pintado Art Decor está cubierto de barro.

Colnago C40 de Franco Ballerini - Foto: colnago.com

Colnago, patrocinador y proveedor

Colnago, un diseñador inagotable

En 2012, como de costumbre, Colnago fue el primero en presentar una C59 equipada con frenos de disco totalmente hidráulicos y compatibles también con ambos grupos, tanto mecánicos, como con sistemas electrónicos. Acogidas con desconcierto general, ahora son muy utilizadas, no sólo en el pelotón profesional, sino entre el gran público. ¿No es propio de pioneros golpear durante un tiempo, antes de ser aceptados?

Ernesto Colnago tiene 90 años y sigue acudiendo cada mañana a su taller de Cambiago, en la misma dirección en la que abrió su pequeña tienda de Via Garibaldi 10, donde sigue prestando atención a cada detalle y recogiendo sugerencias para nuevos productos, bicicletas y componentes. Aclamado como una estrella hasta el punto de firmar más autógrafos que sus campeones en los salones ciclistas, su nombre se ha convertido tanto en una gran marca, como en un símbolo de éxito rebelde frente a las multinacionales de la bicicleta. Figura de la reactivación económica de la Italia contemporánea, Colnago ha impuesto literalmente su visión y su ritmo en un mercado ciclista poco propenso a las revoluciones. Así que por amor al ciclismo y los ciclistas... Gracias ¡Maestro !
Ernesto Colnago en su taller - Foto: topvelo.com

Colnago x The Cyclist House