Cédrine Kerbaol: el itinerario de una campeona

Entrevistada el 13 de octubre de 2021

¿Cómo convertirse en una ciclista profesional? ¿A qué edad hay que empezar? ¿Cómo conciliar deporte y estudios? Entrevistamos a Cédrine Kerbaol (Cofidis Women Team) para saber más...

Entrevista con Cédrine Kerbaol

D.H. Hola Cédrine, me gustaría hablar un poco de tus comienzos, de cuándo empezaste a montar en bici. Tengo entendido que empezaste relativamente tarde... ¿Podrías hablar sobre eso? ¿Por qué te decidiste a practicar el ciclismo ? ¿Por qué este deporte y no otro?

C.K. En realidad, vengo de una familia de deportistas. Cuando era pequeña practiqué diferentes deportes. un poco de triatlón, surf, gimnasia, judo, muchas cosas así... Y luego,  empecé a montar en bici con mi compañero. No fue un período muy fácil  el año 2000 y la bicicleta fue un escape, porque no me sentía bien conmigo misma en ese momento, no tenía confianza en mí misma y me uní a un club de ciclistas, así de fácil.  Entonces sentí que ganaba confianza, la competición estaba al nivel de la FSGT en aquella época y vi que incluso sin entrenar, comparada con otras chicas, ¡podía hacerlo! Un día, pedí  prestada a un amigo una buena bicicleta de carbono, era una bicicleta de montaña y terminé subcampeona de Bretaña FSGT !!!

D.H. ¿Sin entrenar más que eso?

C.K. No. Mi entrenamiento era la carrera del domingo: ¡los domingos entrenaba para el domingo siguiente! (Risas) A veces, hacía un pequeño recorrido el miércoles, así es como empecé a correr y sucedió de repente: ¡pasé de la FSGT a la FFC en un año!

D.H. ¿Cuántos años tenías?

C.K. 14 años, estaba en 5º o  4. Francamente,  al ciclismo nunca se lo agradeceré lo suficiente, porque eso es lo que me ha hecho más fuerte para enfrentarme a todo en la vida y es verdad que es algo que todavía no he contado a mucha gente, pero es mi identidad. Y eso fue lo que me hizo empezar a montar en bici y, por eso, cuando  practico con la bici, estoy tan enfadada porque empecé con la bici para luchar y ahora estoy luchando sobre la bicicleta...

D.H. Has dicho que has practicado varios deportes... ¿Crees que elegiste el ciclismo porque viste que tenías ventajas sobre los demás o realmente te gustaba más que otros deportes?

C.K. En realidad, me partía la cara en el bici (risas) más que en otros deportes... Sufría, pero al final me alegraba de haber sufrido y por eso sucedió en ese periodo de mi vida, porque estaba satisfecha conmigo misma al haber superado mis límites... ¡Está realmente ligado!

D.H. Pero, ¿Cómo lo hiciste? Porque imagino que en algún momento empezaste a entrenar un poco más que los domingos. ¿Te resultó difícil?

C.K. Al principio, ni siquiera me hacía la pregunta. No sabía hasta dónde podía llegar, nunca me lo planteé a los 14-15 años "Mi sueño es ser profesional". Tomé las cosas como vinieron. Asistí al Colegio de manera normal, no tenía un horario adaptado, pero, por otro lado, cuando llegué al Liceo, ¡pedí que me adaptaran el horario! Así que tenía las tardes de los miércoles y los viernes libres, creo... Así, que eso me permitió ir un paso más allá y cuando llegué al Bachillerato, tuve mis primeras selecciones para Francia y me dije "ES PRECISO QUE PONGA TODOS LOS MEDIOS PARA TRIUNFAR" y toda mi familia, también, estaba en la misma dirección y me decían "¡Escucha, vas a estudiar, pero vas a entrenar a la vez!". Desde que tuve mi estatus de alto nivel, pude hacer mi BTS en 3 años... No encontré grandes dificultades con eso, aunque hoy encuentro algunas porque este año se supone que tengo 25 horas de clases por semana...

D.H. Estás en 3^ª año, ¿verdad?

C.K. Si, bueno, he estado entrenando 25 horas a la semana, así que puedo decirte que cuando entrenas 20-22 horas en invierno, ¡hace calor! Pero afortunadamente mis profesores son amables y puedo saltarme tres horas aquí y allá, ¡está bien!, pero después tengo que ponerme al día con todo... Lo hace, pero de todas formas estoy deseando que acabe.

D.H. Has dicho que cuando tenías 14-15 años no pensabas en ser profesional, en absoluto... ¿En qué momento pensaste realmente que podías ir más allá? ¿Cuándo empezaste a pensar en la opción de formar parte de un equipo como profesional?

C.K. Cuando llegué a la categoría Espoir, porque ya sabes que sólo se puede llegar a profesional a través de la categoría Espoir. Mi primer año en la categoría Espoir lo discutimos con mi entrenador durante bastante tiempo, lo pensamos y nos dijimos que yo era nueva en lel ciclismo. Por el momento, no podía plantearme convertirme en profesional porque tenía que superar un "hito" mental y físico... No me presioné y fue durante este año Espoir, cuando conseguí mi primer resultado en una carrera UCI. terminé séptima en la Périgord Ladies y entonces (risas) ¡todos los equipos empezaron a llamarme! Así que me puse en plan "¡Bueno, el año que viene está bien, vas a ser profesional y vas a ir a la UCI!

D.H. ¿Realmente, en una carrera se decide todo? Si haces un buen tiempo, un buen resultado, ¿Tienes equipos que te llaman de un día para otro?

C.K. Si. Eso es realmente.

D.H. Cambiando de tema, me gustaría saber hasta qué punto crees que la familia en general y los padres han influido en el éxito que tienes actualmente.

C.K. Es cierto que mis padres siempre me han apoyado, sin obligarme a nada... ¡Para mí, lo que hicieron fue realmente ideal para mi desarrollo! Veo ejemplos de padres que le dicen a su hijo de 12 años "¡Tienes que ganar!" y que se enfadan al final de la carrera porque su hijo se ha rendido o algo así... Básicamente, ¡Estamos aquí para divertirnos! ¡Es un hobby! Aunque sea mi trabajo, no deja de ser un placer, ¡así que mis padres han sido realmente ejemplares conmigo! Cuando corrían, hacían muchos recorridos y mi hermano y yo estábamos allí para animarles, al borde de la carretera. Estábamos inmersos en ello y me aficioné de forma bastante natural. Desde el punto de vista financiero, al principio, cuando no tenía un préstamo para la bici, ellos estaban allí y trataron de asegurarse de que yo tuviera el equipo adecuado. Fue genial porque es cierto que un buen equipo marca la diferencia. (risas)

D.H. Antes de tener las bicicletas que te proporcionaban los clubes, ¿Las bicicletas que utilizabas eran de segunda mano o nuevas?

C.K. Siempre he tenido bicis de segunda mano, excepto mi bici de montaña que pesaba 14kg creo. ¡¡¡Una cosa muy pesada !!! (risas) Fue entonces cuando me subí a la bici de mi novio...pasé de mi super pesada Nakamura a la Giant. Pasé de mi pesada Nakamura a la de carbono, ¡ahí fue cuando hizo click! Después, en bici de carretera, empecé con una Giant, que habíamos comprado de segunda mano. Sabes que a esa edad, ¡los padres no están dispuestos a gastarse un dineral! Bueno, depende de qué padres (risas), los míos me consiguieron una bici  perfecta. Y cuando vieron que esto me gustaba, me compraron  otra bici de segunda mano que era de una chica de un DN ¡Y tuvo un efecto inmediato en los resultados! Y, luego, incluso, en la motivación porque inconscientemente como niña te dices a ti misma "Mis padres me están regalando una bicicleta preciosa. tienen confianza en mí, creen en mí, ¡quizá pueda tener éxito!"
¡En ese momento estás en su desarrollo personal y eso juega un papel importante!

D.H. Entonces, ¿Qué consejo le darías a aquellos padres que tienen hijos a los que les gusta montar en bici? ¿Qué les enseñen otros deportes diferentes, o qué les dejen la puerta abierta y que no los fuercen?

C.K. Que crean en ellos mismos y, sobre todo, ¡que estamos ahí para disfrutar! Pero llega un momento en que no puedes ofrecerle la última bici a tu hijo, si no está muy motivado o lo practica por capricho ¿sabes? Tienes que hacer las cosas gradualmente. Con mii bici de carbono, ¡hice una especie de pacto con mis padres! Me dije, "Vale". ahora tengo un super bicicleta ¡ Sin embargo, acordamos que entrenaría dos veces por semana y haría la competición los domingos. Yo dije: "¡Sí! ¡Estoy motivada! Es algo en lo que ambas partes deben pensar muy bien, porque es una inversión desde el principio... Invertir 1500 euros en una bici, "¡Guau! ¡Es muchísimo!