Las diez intervenciones más comunes en una bici de segunda mano
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Publicado el 25 de octubre de 2022
En The Cyclist House te felicitamos si acabas de adquirir un bicicleta de segunda mano reacondicionada. El mercado de segunda mano está floreciendo y, si has seguido nuestros consejos, seguro que has conseguido una buena oferta. Pero si esta compra es sinónimo de nuevas aventuras, también implica nuevas responsabilidades, entre ellas la de mantener tu máquina para preservar su valor y, quizá, algún día revender a buen precio.
Una bicicleta es un conjunto de piezas a menudo complejo, cada una de las cuales requiere un mantenimiento específico (cadena, frenos de disco, neumáticos sin cámara, etc.). En este artículo, te ofrecemos un top 10 de las intervenciones más comunes realizadas en una bicicleta de segunda mano. Si ha tratado con The Cyclist House, no te preocupes por la garantía, nuestras bicis están sujetas a una revisión de 114 puntos por nuestros mecánicos profesionales, lo que significa que este nivel ha sido ampliamente cubierto en la puesta a punto. Así, reacondicionadas, nuestras bicicletas de segunda mano certificadas se les asigna, incluso, una puntuación según el estado para orientarte en su elección. Has realizado la compra con seguridad y confianza, estás contento, pero, ¡Atención! empieza lo más difícil, el mantenimiento de tu bici. En The Cyclist House te enseñamos cómo hacerlo y, sobre todo, en qué componentes debes fijarte.
Si quiere vender su bici, consulta nuestro artículo dedicado a la venta.
1. Limpiar tu bici
¡Vamos a por este top 10!: lavar tu bici. Una actividad un tanto molesta. Antes de empezar, asegúrate de tener a mano los siguientes productos: para la limpieza; un producto de limpieza y un cepillo de cerdas suaves o una esponja; para desengrasar, un producto desengrasante y un cepillo de cerdas duras. Si, como yo cuando empecé, estás un poco perdido ante la gama de productos de limpieza, ver este vídeo te puede ayudar.
- Humedece tu bici, el desengrasante funcionará mejor si la suciedad está mojada. No laves a presión.
- Pon desengrasante solo en la cadena y los engranajes: casete, desviadores y platos. a los demás componentes no se lo apliques, como rodamientos, discos, etc..
- Aplica el limpiador por toda la bici y frota a fondo: cepillo de cerdas duras para la transmisión, cepillo de cerdas suaves para el resto.
- Enjuaga y seca a fondo, especialmente la transmisión para evitar que se oxide.
Ahora bien, te preguntarás con qué frecuencia debes lavar la bici . Si eres un corredor intensivo o un ciclista de montaña, es aconsejable hacerlo después de cada salida. Si usas la bici un poco cada día, hazlo cada semana; si sólo lo tomas un par de veces a la semana, lávala cada mes, y así sucesivamente.
2. Lubricar tu cadena
Ahora que tu cadena está limpia, es decir, seca y completamente desengrasada, es imprescindible lubricarla para evitar cualquier roce en los dientes del plato y, por tanto, un desgaste prematuro, y, también, para protegerla de la humedad y, así, prevenir que se oxide. Para ello, utiliza un producto lubricante que gotee sobre la cadena, sin dejar de moverla suavemente. Recuerda también la posibilidad de jugar con los ajustes del piñón y el plato para que entre en todos los lugares adecuados.
Lubrique la cadena con bici para aumentar su vida útil
Una cosa es cierta: la limpieza y lubricación regulares de tu cadena aumentarán su vida útil y disfrutarás del sonido suave al pedalear. Pero no es el único parámetro que entra en juego: ¿Si conduces exclusivamente con tiempo seco o con cualquier tiempo? 1000, 3000, 5000 km... no siempre es fácil saber cuándo hay que sustituir la cadena. Afortunadamente, ahora existe una herramienta para medir el desgaste: el indicador de desgaste de la cadena. ¡Sigue la guía!
3. Cambiar la cinta de manillar
Se recomienda cambiar la cinta cada año, según el uso y el tipo de ciclismo que se practique, y también depende del peso del ciclista. Además, es aconsejable el cambio por dos motivos: si está dañado o es de mala calidad. piensa que el manillar es un componente de seguridad y está constantemente bajo presión. Por otra parte, tu bici puede adquirir un nuevo aspecto. Poner una cinta de manillar nueva puede parecer una operación delicada, ¡pero no tiene por qué serlo! Y como un bonito tutorial es mejor que un largo discurso...
4. Ajustar los cambios
Si sientes molestias al pedalear, si observas que al accionar la palanca de cambio, la cadena no se mueve, o te molestan los ruidos desagradables y te ralentizan los roces. esto significa que la transmisión está mal ajustada, pero cuidado, está tocando algo muy importante: una transmisión de alto rendimiento depende de un delicado equilibrio entre el ajuste de los desviadores y la tensión de los cables; un cuarto de vuelta de un tornillo mal hecho, lo estropeará todo. Por eso, en caso de que, como yo, no seas "un manitas" como el gran Colnago. sugiero que simplemente acudas a tu tienda/reparador de bicicletas favorito. Te ayudará sin problemas y, desde luego, con un precio bajo.
Si no te has desanimado, en The Cyclist House, nuestras guías de mantenimiento para bicicleta de carretera BTT , sin duda te ayudarán.
5. Cambiar los cables
Al igual que el ajuste de los desviadores, el cambio de cables no es una operación recomendable para ciclistas no acostumbrados a hacerlo. Además,¿ Quién te ha dicho que eres un buen mecánico? Por ello, para la sustitución de cables y/o carcasas de freno y/o de cambio, te aconsejamos que acudas a tu profesional favorito,
6. Cambiar los neumáticos
La mayoría de los neumáticos no tienen indicador de desgaste, ese pequeño agujero que, cuando deja de ser visible, indica que el neumático está desgastado. Por ello, tienes que ser tú el que valore el estado de la banda de rodadura. ¿Si tiene cortes y una sección transversal que se está volviendo gradualmente "cuadrada"? Es hora de cambiar los neumáticos. ¡Que no cunda el pánico! Es muy fácil.
Si utilizas neumáticos tubeless, es decir, sin cámara, debes saber que, a diferencia de los neumáticos convencionales, requieren un mantenimiento regular: cambiar el líquido tubeless, también llamado líquido preventivo, que debe realizarse cada dos o tres meses. Este líquido sellante pierde sus propiedades con el tiempo y, si no lo haces, volverás a estar expuesto a sufrir pinchazos.
La buena noticia es que la operación es bastante rápida: si no has cambiado el tipo de líquido (si utilizas el mismo que la última vez), no será necesario desmontar el neumático. Tras desinflar el neumático y retirar la parte desmontable de la válvula, succionas el líquido restante con una jeringuilla y luego inyectas el líquido nuevo - unos 40 ml en bici de carretera y 80 en bici de montaña. sigue las instrucciones del fabricante.
Por último, no descuides el inflado de tus neumáticos. Además de cansarte innecesariamente, una presión demasiado baja puede acelerar el desgaste. Para más información, haz clic aquí.
7. Cambiar las pastillas de freno
No olvides que tu seguridad depende en gran medida del funcionamiento de los frenos de disco, por ello, te aconsejamos que revises su mantenimiento. ¿Cuándo habrá que cambiarlos? si notas que tus Frenos de disco ya no responden como antes, que hacen un ruido anormal al frenar un poco bruscamente, o simplemente que les falta agarre, es el momento de cambiar las pastillas. En cuanto a las frenos de llanta, la goma de las pastillas suele tener estrías. Cuando estos surcos han desaparecido, es el momento de sustituirlas.
Para obtener más información sobre frenado y tendencias de frenado, consulte nuestro artículo.
8. Purgar los frenos de disco
El purgado es un procedimiento para limpiar el sistema de frenos hidráulicos. Consiste en limpiar el sistema de líquido y reemplazarlo por un líquido de frenos nuevo. Ten en cuenta que tus frenos de disco puede sufrir pequeñas burbujas de aire en el circuito con el tiempo y el uso. Por ello, es aconsejable hacer un purgado anual para recuperar la potencia de frenado original. ¿Cómo hacerlo? Visita este tutorial
9. Desbloquear las ruedas
¿Desbloquear tú mismo tus ruedas? Se trata de una operación muy sencilla y compleja a la vez. Sencilla, porque basta con situarse en el eje de la rueda y tensar los radios del lado en el que se quiere llevar la llanta hacia atrás. Compleja porque el error más común es tensar demasiado un radio, y no por haces. Pero alguna vez hay que empezar.
10. Apretar los tornillos
Con el tiempo, las vibraciones pueden hacer que algunos pernos, tornillos o tuercas se aflojen. Por eso conviene comprobarlos periódicamente, por ejemplo cada dos o tres meses. No te fíes sólo del tacto; utiliza una llave dinamométrica y sigue las especificaciones del fabricante, componente por componente. Hay que saber cuánto apretar para evitar romper.
Conclusión
Ahora ya conoces las diez intervenciones que se deben realizar para el mantenimiento de bicicleta de segunda mano. Estás más informado, pero también eres más responsable: maximizar el valor de tu bici nunca ha sido tan fácil. Consideramos que es importante recordar que no hace falta ser mecánico para mantener el buen estado de tu bici.
En función de las herramientas y del espacio del que dispongas, puedes decidir encargarte de un cierto número de las operaciones nombradas anteriormente y las restantes las confías a un profesional. Aparte de las dos primeras (limpieza y lubricación, que deben hacerse a intervalos regulares), puedes optar por una revisión completa, digamos cada seis meses, Es una buena solución, aconsejada por muchos fabricantes y expertos en el mundo del ciclismo, así como por ciclistas profesionales
Hasta pronto😉 Confía en The Cyclist House.